AMALIA DOMINGO SOLER
Hace pocos días me visito una
mujer de larga historia, la cual tiene un ingenio prodigioso para hacerse
desgraciada, porque, si bien sobre su ser han caído grandes calamidades, ella
las aumenta y las multiplica por su delicadeza extrema, por su exceso de
dignidad,por no amoldarse a las circunstancias de su vida; y pensando en ella
una tarde, en esa hora melancólica del crepúsculo vespertino, sostuve con un
espíritu el diálogo siguiente:
-Dime, mi buen amigo invisible,
yo no acierto a comprender si María tiene más virtudes que defectos, o más
defectos que virtudes. ¿Qué te parece a ti?
-Que ni tiene sobra de virtudes
ni abundancia de defectos; es un espíritu que no puedeamoldarse al medio
ambiente que le rodea, porque el progreso del alma no se improvisa; se
improvisan, por regla general, malos versos, pero no el modo de ser de un
espíritu; este cambio necesita de su tiempo, su preparación correspondiente, y
estas preparaciones no se efectúan en el corto plazo de una existencia; a
veces, se necesitan siglos y siglos para olvidar los hábitos y las costumbres
que forman ley en la opulencia. Lo que sucede es que como os ocupáis mucho más
en mirar los defectos de l o s otros. que en estudiar por que los tienen, de
ese desconocimiento absoluto de las leyes de la vida, proviene vuestro vicio de
la murmuración.
-Pues tú bien sabes, que lo que
es yo, busco primero las virtudes que los defectos, en todos los seres con
quienes me relaciono.
-Y la generalidad de las veces,
revistes con ostentosas galas a los que, en realidad, van cubiertos de harapos;
te dejas llevar de los relumbrones, de las exterioridades; te contentas con
mirar la superficie de las casas, y para juzgar con justicia, hay que mirar el
fondo en todas las acciones humanas, convéncete de lo que voy a decirte:
Actualmente,. la humanidad que puebla la tierra no tiene ni virtudes ni
defectos; obedecen todos sus actos .buenos y malos a leyes imperiosas de la
historia. Los hombres que hoy día se disputan en ese mundo el poder y la
riqueza, son medianías, si no .en,t odas las naciones en que tenéis dividido el
globo, en su mayoría. Por eso no hay mártires de sus ideales y de sus
religiones, porque no hay excesos de amor y de fe en las almas que habitan en
ese grano de arena del 'infinito; pero veo que me voy desviando del objeto
principal de tu pregunta.Tu quieres saber si esa mujer que se confiesa contigo,
tiene más virtudes que defectos, o má defectos que virtudes, Ya te contesté en
principio, que no tiene ni virtudes ni defectos, y si no puede amoldarse al
medio ambiente que la rodea, es porque aún contempla en sus sueños grandezas
pasadas, ostentosas exterioridades, palacios suntuosos, humildes servidores y
rendidos magnates, y es,muy doloroso tan brusco cambio de escena para cierta
clase de espíritus que se pagan mucho de oropeles y vanidades.
Sabido es, que el espíritu
adelantado no le da gran importancia al escenario donde tiene que representar
su papel; que el verdadero filosofo acepta, sin murmurar, todas las cosas de
hiel que le ofrecen en el gran banquete de la vida; pero los verdaderos
filósofos han escaseado siempre, y lo que debes hacer es lo que haces escucha
las quejas de los que sufren, y si no encuentras en tu imaginación un rayo de
luz que pueda iluminar aquellas tinieblas, cállate, no les des consejos
vulgares, de esos que irritan, en vez de consejos, estrecha sus manos, llora
con los que lloran; si tienen hambre parte con ellos la mitad de tu pan; si
tienen sed no les niegues el agua que puede refrescar sus fauces y no los
recrimines en tu interior tachándolos de orgullosos y de mal contentos, que
cada sed tiene sus delicadezas especiales, sus debilidades sus manías, y si con
ellas se ha vivido siglos y siglos, ¿creéis que en un segundo se puede cambiar
de opinión. Y de modo de ser? Imposible, completamente imposible. Tenéis la
costumbre de decir muchos de vosotros: “ A todos nos gusta lo bueno, a todos
nos agrada la buena vida, pero cuando no hay otro remedio, nos contentamos y
carecer de lo mas necesario ¿por qué éste o aquél no hacen lo mismo?” Pues no
lo hace porque no puede, porque no esta a vuestra altura moral o intelectual.
¿Hay dos personas que cuyos
semblantes sean tan parecidos el uno al de otro, que se puedan cambiar
fácilmente su personalidad? No; hasta a los gemelos, bien mirados, se les nota
diferencia, por leve que esta sea; pues como sucede en los organismos, sucede
en los espíritus; no hay dos que piensen lo mismo; irán juntos para la
realización de un proyecto, para llevar a cabo una gran empresa; muchos
obedecerán a su jefe, pero si vais preguntando individualmente, cada uno os irá
diciendo: “Si mi voto valiera, iría por el camino llano, en vez de trepar por
las montañas, o bien siempre arriba, siempre arriba, que desde lo alto se ven
mucho mejor las llanuras”; un centenar de hombre os darán un centenar de
pareceres distintos; por eso es una razón de tampoco peso en la que os fundáis
cuando decís: “Pues si yo me resigno también se puede resignar aquél, que tan
de carne y hueso el él como yo”. Es cierto, los dos tenéis los mismos
componentes, de la misma sustancia se alimenta vuestra sangre y vuestro
cerebro; pero, ¿sucede lo mismo con vuestra parte moral e intelectual? No;
vuestra historia sigue ajustada a su ayer y es completamente distinta, y como
no tienen el menor parecido sus episodios, la continuación de cada historia
sigue enlazada a los hechos pasados; por eso, el uno se resigna con su adversa
suerte y el otro reniega el haber nacido. ¿Es mas virtuoso el que se resigna?,
no lo sabemos, sólo se puede asegurar que ha luchado mucho. ¿Tiene mayores
defectos el que maldice la hora en que nació? No tiremos piedras sobre él,
recordemos lo que dijo Jesús, refiriéndose a la mujer adúltera: “El que este
sin pecado, que arroje la primera piedra” y ¡nadie se atrevió a apedrearla¡ No
preguntes sobre las virtudes y los defectos de otro; interrógate a ti misma, y
te será mas provechoso el estudio.
Se fue mi amigo invisible y no
olvidaré su consejo ya que yo, como todos, me ocupo más de la casa del vecino
que de la mía, y en la mía, ¡Cuanto tengo que reformar¡ Se conoce que durante
muchos siglos he huido de ella y amenaza ruina; pero yo la reedificaré.
Extraído del periódico “LA LUZ
DEL PORVENIR” Año I , nº 9 ; editado en Mayo de 1907 en Villena.
Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
No hay comentarios:
Publicar un comentario