Convéncete de
que no existen males eternos.
Todo dolor
llega y pasa.
El día es
siempre nuevo para quien trabaja.
No conserves
resentimientos.
La desilusión
de ahora será bendición después.
La dificultad
es una escuela.
Servir es un
privilegio.
Auxilia para
el bien.
Nada
reclames.
Gritos no
valen.
Quejas no
apagan deudas.
Tristeza
inerte es sinónimo de tiempo perdido.
La paciencia
activa realiza prodigios.
Habla
encendiendo la luz de la esperanza.
Olvida las
ofensas, cualesquiera que sean.
Agresores son
dolientes y seres medicados por los recursos de Dios.
No
menosprecies la crítica.
Valoriza a
los amigos.
Respeta a los
adversarios.
Resguarda la
conciencia tranquila.
Ejerce la
beneficencia como un deber.
Hoy
auxiliamos, mañana seremos los necesitados de auxilio.
No cobres
tributos de gratitud.
Agradezcamos
las bendiciones que Dios nos concede gratuitamente.
Prestigia la
existencia que la Sabiduría Divina te concedió.
Es muy
importante recordar que, en la muerte, todos encontramos, antes que otra cosa,
aquello que hicimos de la propia vida.
Olvida
contrariedades, trabajando y sirviendo siempre.
Y, en frente
de cualquier obstáculo o de cualquier desengaño, no te olvides que el tiempo de
hoy continuará en el mañana.
Libro: Atención
Por el Espíritu Emmanuel
Médium: Francisco Cándido Xavier
Fuente
de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
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