sábado, 18 de agosto de 2012

Los Hechos



Exteriorización del ser humano; Telepatía; Desdoblamientos; Los fantasmas de los vivos.

El hombre es aun para si mismo un misterio vivo. De su ser, no reconoce y no utiliza más que la superficie. Su persona encierra profundidades ignoradas en donde duermen, fuerzas, conocimientos, recuerdos acumulados en existencias pasadas, todo un mundo de ideas, de facultades, de energías que la envoltura carnal oculta y apaga; pero que se despiertan y entran en acción durante el sueño normal y el sueño magnético. Este es el misterio del Psiquis. Así como el día sucede a la noche, la vida libre del alma sucede a la permanencia en la prisión corporal.

Pero el alma se desprende también en el sueño, vuelve a encontrarse en su conciencia dilatada, en la conciencia que ella misma se ha labrado a través de las edades; vuelve a apoderarse de si misma y se considera como un objeto de asombro. Cuando contempla su pasado, encuentra todas las adquisiciones mentales, todas las riquezas acumuladas en el curso de su evolución y que la reencarnación había sepultado. Lo que el cerebro concreto no tenía el poder de expresar, lo manifiesta su cerebro fluídico, lo irradia con una intensidad tanto más viva cuanto más completo sea el desprendimiento. El sueño no es otra cosa, en realidad, que la salida del alma del cuerpo. En el sueño ordinario se aleja un poco; solo en parte recobra su independencia y queda casi siempre estrechamente ligado al cuerpo.

En el sueño provocado, el desprendimiento se acentúa en todos los grados. Bajo la influencia magnética los lazos que unen el alma al cuerpo se aflojan poco a poco. Cuanto más profunda es la hipnosis, en el trance, más el alma se desprende y se eleva. Se acrecienta su lucidez; su penetración se extiende, el círculo de percepciones se ensancha. Al mismo tiempo, las capas oscuras, las regiones ocultas del yo se dilatan, se iluminan, entran en vibración, todas las adquisiciones del pasado se despiertan.

Las facultades psíquicas, visión a distancia, audición, adivinación, entran en juego. En los estados superiores del trance, llegamos a los últimos confines, a los extremos límites de la vida física. El ser vive ya la vida del espíritu y ejerce sus poderes. Un grado más y el lazo fluidito que une el alma con el cuerpo quedarían roto. Seria el desprendimiento absoluto, la muerte. La acción del alma a distancia sin el auxilio de los sentidos se revela también en la vigilia por los fenómenos de transmisión del pensamiento y telepatía. Las vibraciones de nuestro pensamiento proyectadas con intensa voluntad, se propagan a lo lejos y pueden influir en organismos que tengan afinidad con el nuestro y suscitando después una especie de choque de retorno, volver al punto de emisión. Así dos almas en un mismo ritmo psíquico, pueden sentir y vibrar al unísona a veces de cerca o de lejos, entablar un diálogo misterioso cambiar pensamientos demasiado sutiles para ser expresados con palabras; imágenes, mensajes, llamamientos flotan o vuelan en la atmósfera fluídica entre esas almas que, a pesar de la distancia, se sienten unidas, penetradas por el mismo sentimiento y hacen radiar la una a la otra los efluvios de su personalidad psíquica. A veces el alma, durante la vigilia y también en el sueño, se exterioriza, se objetiva en su forma fluidica y aparece a distancia. De ahí, el fenómeno de los fantasmas de los vivos.

Los desdoblamientos de los vivos han sido comprobados en todos los tiempos. El ser humano, desprendido de las ligaduras carnales por medio de la oración, las aspiraciones elevadas y una vida sobria y pura, adquieren mayor actitud para exteriorizarse. La existencia del alma se revela por hachos. El cuerpo no es una condición indispensable de su vida, y sí está ligada a él durante su paso por la Tierra, ese lazo no es más que temporal. Después de la separación del organismo físico, continúa manifestándose mediante fenómenos del orden espírita.

Sueños premonitorios. Clarividencia. Presentimientos.

El alma para emanciparse; se desprende del cuerpo carnal durante el sueño y se traslada a un plano más o menos elevado del universo, en donde percibe, con el auxilio de sus propios sentidos, los seres y las cosas de aquel plano. El sueño se puede dividir en tres categorías principales. El sueño ordinario, puramente cerebral, el espíritu flota en la atmósfera, sin alejarse mucho del cuerpo, se sumerge en pensamientos e imágenes que ruedan por el espacio, impregnándose de ellas recogiendo impresiones confusas, sueños extraños e inexplicables. Son sueños de infinita diversidad, según el grado de emancipación del alma. Sueños profundos o etéreos. El espíritu escapa de la vida física, se desprende de la materia y recorre la superficie de la Tierra y la inmensidad. Busca a los seres amados, a parientes, amigos, a sus guías espirituales. A veces va al encuentro de almas humanas desprendidas como él de la carne durante el sueño. De esto raras veces traen impresiones del cerebro físico por impedirlo su impotencia vibratoria. Quedan, huellas en la conciencia en forma de intuiciones, presentimientos e influyen más de lo que se cree en la dirección de la vida, inspirando resoluciones y a nuestros actos. A lo sueños etéreos puede unirse el fenómeno de éxtasis o arrebatamiento.
Es como un estado mórbido, es uno de los más bellos privilegios del alma amante y creyente, que en la exaltación de su fe reúne todas sus energías, se desprende momentáneamente de las ligaduras carnales y se lanza a las regiones en donde lo bello se despliega en sus manifestaciones infinitas. La felicidad de los estáticos, las alegrías que gozan contemplar las magnificencias del más allá, bastarían por si solas para demostrarnos la magnitud de los goces que nos reservan las esferas espirituales. La clarividencia o adivinación es la facultad del alma de percibir en estado e vigilia, los sucesos pasados y futuros, lo mismo en el dominio físico que en el mundo intelectual. El presentimiento es la intuición vaga y confusa de lo que debe suceder. Cada uno de nosotros, tiene una puerta abierta, por donde penetra la luz del infinito. En el estado (sueño, éxtasis, trance), el circulo de nuestras percepciones, se puede ensanchar en proporciones incalculables, entramos en relación con la inmensa jerarquía de las almas y de las potestades celestes.

Visión y audición psíquica en estado de vigilia.

Una de las cosas que expone en este capítulo es que se debe distinguir cuidadosamente la clarividencia de la visión medianímica. El vidente está bajo la influencia del espíritu que obra en él en vista de la manifestación que debe producirse. Los médiums videntes y auditivos transmiten los deseos del espíritu. El estado de adelanto de un espíritu, se revela a primera vista en el espacio por la oscuridad o resplandor de su envoltura. Ciertos médiums, pueden apreciar el sentido psíquico las vibraciones más sutiles de los espíritus y hasta percibir las armonías penetrantes de los espacios y de los mundos los conciertos de los espíritus presentes. Puede decirse que la intervención de lo alto la comunión del cielo y de la tierra se afirman de mil maneras en las concepciones del pensamiento y del genio para el triunfo de lo bello y la realización e lo divino.

Fuerza psíquica; Los fluidos; El magnetismo.

Existe en cada uno de nosotros un foco invisible cuyas radiaciones varían de amplitud y de intensidad según nuestras disposiciones mentales. La voluntad puede comunicarles propiedades especiales; este es el secreto del poder curativo de los magnetizadores. Los mediums de efectos físicos exteriorizan esta fuerza con gran abundancia, pero todos las poseemos en diversos grados. El magnetismo, tomado en sentido general es la utilización, bajo el nombre de fluido de la fuerza psíquica, por aquellos que la poseen en abundancia. El magnetismo es un don de la naturaleza y de Dios. Regular su uso y prescribir los abusos, está bien.

Prohibir su aplicación seria usurpar los derechos de la acción divina, atentar a la libertad del progreso de la ciencia y hacer obra de oscurantismo. El magnetismo es una potencia que desata lazos del alma y le abre las puertas del mundo invisible; es una fuerza que dormita en nosotros y que, utilizada avalada por una impulsión gradual, por una voluntad fuerte y persistente, nos desprende del peso carnal, nos libera de las leyes del tiempo y del espacio, dándonos poder sobre la naturaleza y sobre los seres. El sueño magnético tiene grados que se escalonan desde el sueño ligero hasta el éxtasis y el trance.

Fenomenos espontáneos. Casas encantadas. Tiptología.

Estudiando las manifestaciones espíritas se impone una necesidad, la de una clasificación metódica y rigurosa. Vaga y confusa al principio en los fenómenos de las casas encantadas, la personalidad oculta empieza a afirmarse en la tiptología, después en la escritura; se precisa en la incorporación medianímica y se hace visible en las materializaciones. En este orden se podría dividir en dos categorías; los hechos físicos y los intelectuales. En el primero el papel del médium es pasivo; es el foco de emisión de donde emanan las energías con cuyo auxilio los invisibles obran en la materia y manifiestan su presencia. En los demás fenómenos el médium representa un papel más importante. Es el agente de transmisión de los pensamientos del espíritu, su estado psíquico, sus aptitudes, sus conocimientos influyen a veces notablemente en las comunicaciones obtenidas. El fenómeno de las casas encantadas es de los más frecuentes y más conocidos. Se le encuentra por todas partes.

Fenómenos físicos. Las mesas.

Los fenómenos físicos se presentan bajo formas sumamente variadas. La fuerza que sirve para producirlas se presta a todas las combinaciones, penetra en todos los cuerpos, atraviesa todos los obstáculos, salva todas las distancias. Bajo la acción de la voluntad potente, puede descomponer y recomponer la materia compacta. Las mesas pueden llegar a ser instrumento de espíritus eminentes. Caso bastante raro, son las almas de escasa inteligencia las que se manifiestan por este procedimiento. Sus comunicaciones suelen ser triviales y hasta groseras y sin valor alguno. Los espíritus superiores se sirven de la mesa por excepción o por falta de otro medio. El contacto y la manipulación de los fluidos necesarios para las manifestaciones de este genero, impone cierto malestar a los espíritus de naturaleza sutil y delicada, pero también, con mucha frecuencia, su solicitud, el cariño que nos profesan les hacen vencer muchas dificultades. Las manifestaciones de la mesa no son más que el vestíbulo del Espiritismo, un encaminamiento hacia fenómenos más nobles y más instructivos.

Escritura directa o Psicografía, estructura mediúmnimica.

La escritura es también un medio por el cual los espíritus pueden comunicarse con nosotros hay dos formas distintas: la escritura directa o psicografía y la escritura medianimica. La psicografía es la más segura y la más fácilmente realizable, puesto que puede producirse a plena luz. El médium no sale de su estado normal, hasta el punto de que parece no tener acción alguna en la producción del fenómeno. La escritura medianimica es tan antigua como la historia. Los mediums escribientes han de ser clasificados en tres categorías distintas, según la naturaleza de sus facultades. Los autómatas puros; estos no tienen conciencia de lo que escriben; la influencia del espíritu se ejerce únicamente sobre su brazo; sus movimientos son rápidos y bruscos, y es costoso a veces leer lo que han escrito.
Los escribientes semi mecánicos, en quienes el cerebro recibe también la impresión, como la mano, tienen conciencia de lo que escriben, y las palabras llegan a su cerebro en el momento que se trazan sobre el papel. Los escribientes intuitivos, en donde únicamente el cerebro se haya bajo la influencia del espíritu. Esta facultad es incierta, a veces engañadora, pues los pensamientos del sujeto se mezclan con los del inspirador oculto y resulta difícil distinguir los unos de los otros.

Trance e incorporaciones.

El estado de trance es un grado de sueño magnético que permite al cuerpo fluídico exteriorizarse, desprenderse del cuerpo carnal, viviendo entonces el alma, siquiera por unos momentos, una vida libre, independiente. La separación, sin embargo, no es jamás completa, pues la separación absoluta sería la muerte. Un lazo invisible continúa reteniendo el alma con su envoltura terrestre. Es semejante al hilo telefónico que mantiene la relación entre dos puntos más o menos separados, este lazo fluídico permite al alma libre transmitir sus impresiones por medio de los órganos del cuerpo dormido. Mientras dura el trance, el médium habla, anda, escribe, automáticamente; pero de ninguno de estos actos le queda el más pequeño recuerdo al despertar. El estado de trance puede ser provocado ya por la acción de un magnetizador, ya por la de un espíritu. Bajo el influjo magnético, se aflojan los lazos que mantienen unidos los dos cuerpos.

El alma, con su cuerpo sutilísimo, se emancipa poco a poco, recobra el uso de sus potencias escondidas, comprimidas por la materia. Cuanto más profundo es el sueño, más se acentúa esta especie de desprendimiento. Las radiaciones de lo psíquico crecen y se extienden, aparece un estado de conciencia distinto, con distintas o nuevas facultades. Todo un mundo de recuerdos y de conocimientos, enterrados en las profundidades del yo, se despierta potente. El médium puede, bajo el imperio de una voluntad superior, reconstituirse en una existencia pasada, revivirla con todos sus detalles, con las actitudes, el lenguaje, los atributos que caracterizaron esa existencia. Al mismo tiempo, entran en juego, los sentidos psíquicos. Se producen la visión y la audición a distancia, tanto más claras y precisas cuanto más completo es el desprendimiento del organismo. En el cuerpo del médium, abandonado momentáneamente, puede producirse una substitución de espíritu.

Es el fenómeno de la incorporación. El alma de un difunto, hasta el alma de un vivo dormido, puede ocupar el lugar del espíritu del médium y servirse de su organismo material para comunicar por medio de la palabra y del gesto con las personas de nuestro mundo. El estado de trance facilita la sugestión. En los fenómenos de la escritura y de la mesa, el médium queda en plena posesión de su yo, de su voluntad y hasta puede rechazar las inspiraciones que recibe. Con el desprendimiento no sucede lo mismo. El alma se ha retirado y el cerebro queda libre, a merced de todas las influencias. El fluido de un magnetizador, por su particular estado vibratorio, más que ayudar contraria al fluido de los espíritus, estos se ven obligados a un trabajo de adaptación o de depuración que malgasta sus fuerzas indispensables para la manifestación. Un magnetizador, cuyo fluido no sea puro, cuyo carácter no sea recto y de perfecta moralidad, aun sin quererlo, puede influir sobre el sujeto en sentido muy desfavorable.

Apariciones y materializaciones de Espíritus.

Los modos de acción del espíritu varían según los recursos ofrecidos por el medio en que opera. Los fenómenos de materialización deben ser, pues, clasificados en tres ordenas distintas. En primer lugar, los casos en que el doble fluídico exteriorizado del médium es utilizado y empleado por el espíritu hasta el punto de reproducir el aspecto que este tuvo en la tierra y hasta los rasgos de su fisonomía. El espíritu, por su voluntad se refleja, se fotografía, digámoslo así, en la forma fluidica del médium; es una transfiguración más o menos completa, según el poder del manifestante. En segundo lugar, el espíritu, con ayuda de los fluidos ambientes, crea formas temporales que anima y dirige fuera, sin incorporarse. Y finalmente, se ofrecen los casos, mucho más numerosos, en que el espíritu concreta y materializa su propia envoltura fluidica, hasta el punto de reaparecer tal y como era en su existencia terrestre. La materialización es entonces una especie de reencarnación pasajera. El papel de los mediums difiere esencialmente según los casos de que se trata. Pasan por los grados de trance, gradación que coincide con las cantidades de elementos fluidicos que han de prestar a los espíritus. Muchas veces se vio en la casa Mrs. Esperance y de Mrs. Compton, los espíritus se apoderaron de la totalidad de estos elementos. En otras circunstancias, los espíritus llevan ya consigo todos los elementos de la materialización, y el médium permanece despierto.

Identidad de los Espíritus.

Desde el punto de vista exterior u objetivo, las pruebas dadas por las apariciones y las materializaciones no pueden dejar lugar a dudas. No obstante, en el orden subjetivo, en lo que se refiere a los demás modos de manifestación, tienen casi siempre un carácter demasiado vago, pues están desprovistas de hechos exactos, de revelaciones definidas susceptibles de establecer la identidad de los manifestantes formando la convicción de los experimentadores. El habitante del mundo invisible tiene muchos obstáculos que vencer para manifestarse en el nuestro. Los medios de que dispone para instruirnos y convencernos son muy restringidos, y raramente le permiten establecer con toda claridad los rasgos característicos de su individualidad. No se puede manifestar sin el auxilio del médium, y el médium inconsciente, introduce casi siempre una parte de si mismo, de su mentalidad en las manifestaciones espíritas. Las pruebas de la supervivencia se presentan abundantes a aquellos que las buscan con sincero corazón, con inteligencia y perseverancia. De este modo, la noción de la inmortalidad va surgiendo, poco a poco, de las sombras acumuladas por los sofismas, y las negaciones, y se afirma el alma humana en toda su realidad imperecedera.

El universo infinito se convierte en nuestra patria eterna. La vasta perspectiva de los tiempos se desenvuelve ente nuestras miradas como campo de nuestros trabajos, de nuestros estudios, de nuestros progresos. Y cuando ha penetrado esta certeza en nuestro espíritu, no hay descorazonamiento, no hay temor, que pueda alcanzarnos, ni en esta vida, ni en las vidas innumerables que el destino nos obliga a recorrer.

Extraído del libro "En los Invisible"
León Denis



El Espíritu es la causa; el fluido es el instrumento; las dos cosas son necesarias.

18. ¿Qué papel hace la voluntad del médium en este caso?

Llamar a los Espíritus y secundarles en la impulsión dada al fluido.

– ¿La acción de la voluntad es siempre indispensable?

Ayuda a la potencia pero no es siempre necesaria, puesto que el movimiento puede tener lugar contra y a pesar de esta voluntad, y eso es una prueba de que hay una causa independiente del médium.

Observación. – El contacto da las manos no es siempre necesario para hacer mover un objeto. Las más de las veces lo es para dar el primer impulso, pero una vez que el objeto está animado, puede obedecer a la voluntad sin el contacto material; esto depende, ya de la potencia del médium, ya de la naturaleza de los Espíritus. El primer contacto ni siquiera es siempre indispensable; tenemos la prueba en los movimientos y mudanzas espontáneas que nadie piensa en provocar.

19. ¿Por qué todo el mundo no puede producir el mismo efecto, y por qué todos los médiums no tienen la misma potencia? 

Esto depende del organismo y de la mayor o menor facilidad con la cual la combinación de los fluidos puede operarse, después, porque el Espíritu del médium simpatiza más o menos con los Espíritus extraños que encuentran en él la potencia fluídica necesaria. Sucede con esta potencia como con la de los magnetizadores, que es más o menos grande. Bajo este aspecto hay personas que son del todo refractarias; otras en las que la combinación no se opera por un esfuerzo de su voluntad; otras, en fin, entre las cuales tiene lugar tan natural y fácilmente que ni aun se lo conocen, y sirven de instrumento sin saberlo, como ya hemos dicho. (Véase más adelante el capítulo de las “Manifestaciones espontáneas”).

Observación. – El magnetismo es sin ninguna duda el principio de estos fenómenos, pero no tal como se entiende generalmente; la prueba es que hay magnetizadores muy poderosos, que no harían mover un velador, y personas que no pueden magnetizar, y también niños, a quienes basta colocar los dedos sobre una pesada mesa para hacerla mover; luego, sí la potencia mediúmnica no está en razón de la potencia magnética, es que hay otra causa.

20. Las personas llamadas eléctricas, ¿pueden ser consideradas como médiums?

Estas personas toman en sí mismas el fluido necesario para producir el fenómeno, y pueden obrar sin el socorro de Espíritus extraños. No son entonces médiums en el sentido que se da a esta palabra; pero puede ser también que un Espíritu les asista y aproveche sus disposiciones naturales.

Observación. – Será respecto de estas personas como de las de los sonámbulos que pueden obrar con o sin el concurso de un Espíritu extraño, (véase en el cap. de los médiums, artículo relativo a los médiums sonámbulos).

21. El Espíritu que obra sobre los cuerpos sólidos para moverlos, ¿está en la sustancia misma de los cuerpos, o bien fuera de esta sustancia? 
Lo uno y lo otro; hemos dicho que la materia no es un obstáculo para los Espíritus; penetran por todo; una porción del periespíritu se identifica, por decirlo así, con el objeto que penetra.

22. ¿Cómo se arregla el Espíritu para golpear? ¿se sirve de un objeto material?

No, así como no se sirve de sus brazos para levantar la mesa. Bien sabéis que no tiene martillo a su disposición. Su martillo es el fluido combinado puesto en acción por su voluntad para mover o para golpear. Cuando mueve, la luz os trae la vista de sus movimientos; cuando golpea, el aire os trae el sonido.
23. Nosotros concebimos esto cuando golpea sobre un cuerpo duro; pero, ¿cómo puede hacer oír ruido o sonidos articulados en el espacio?

Puesto que obra la materia, puede obrar sobre el aire lo mismo que sobre la mesa. En cuanto a los sonidos articulados puede imitarlos como los demás ruidos.

24. Decís que el Espíritu no se sirve de sus manos para remover la mesa; sin embargo se ha visto en ciertas manifestaciones visuales aparecer manos cuyos dedos se paseaban sobre un teclado, agitaban las teclas y hacían oír sonidos. ¿No parecería que el movimiento de las teclas se producía por la presión de los dedos? ¿Esta presión no es también directa y real, cuando se hace sentir sobre nosotros mismos y cuando estas manos dejan señales sobre la piel?

Vosotros no podéis comprender la naturaleza de los Espíritus y su manera de obrar sino por comparaciones que sólo os dan una idea incompleta, y es un mal el querer asimilar siempre sus procedimientos a los vuestros. Sus procedimientos deben estar en relación con su organismo. ¿No os he dicho que el fluido del periespíritu penetra la materia y se identifica con ella, a la que anima con una vida ficticia? ¡Pues bien! Cuando el Espíritu pone los dedos sobre las teclas, los pone realmente y también las mueve; pero no es por la fuerza muscular que comprime la tecla; lo que hace es animarla lo mismo que anima la mesa, y la tecla, obedeciendo a su voluntad, se mueve y toca la cuerda. En esto sucede también una cosa que os será difícil comprender, y es que ciertos Espíritus están tan poco adelantados y de tal modo materializados comparativamente con los Espíritus elevados, que tienen todavía las ilusiones de la vida terrestre y creen obrar como cuando tenían su cuerpo; no se dan cuenta de la verdadera causa de los efectos que producen, lo mismo que un hombre del campo tampoco comprende la teoría de los sonidos que articula; preguntadles cómo tocan el piano: os dirán que golpean encima con sus dedos, porque creen golpear; el efecto se produce instintivamente en ellos sin que sepan cómo, pero es por su voluntad. Lo mismo sucede cuando se hacen oír por palabras.

Observación. – Resulta de estas explicaciones, que los Espíritus pueden producir todos los efectos que producimos nosotros mismos, pero por medios apropiados a su organismo; ciertas fuerzas que les son propias reemplazan los músculos que nos son necesarios para obrar; de la misma manera que el gesto reemplaza en el mudo, la palabra que le falta.

25. Entre los fenómenos que se citan como prueba de la acción de una potencia oculta, los hay que son evidentemente contrarios a todas las leyes conocidas de la Naturaleza; entonces ¿no parece que debe permitirse la duda?
Es que el hombre está lejos de conocer todas las leyes de la Naturaleza; si las conociese todas sería Espíritu superior. Todos los días, por tanto, da en desmentido a aquellos que, creyendo saberlo todo, pretenden poner límites a la Naturaleza, y por eso no son menos orgullosos. Descorriendo el velo sin cesar de los nuevos misterios, Dios advierte al hombre para que desconfíe de sus propias luces, porque vendrá un día en que “la ciencia del más sabio será confundida” ¿No tenéis todos los días ejemplos de cuerpos animados de un movimiento capaz de vencer la fuerza de gravitación? La bala lanzada en el aire ¿no vence momentáneamente esta fuerza? Pobres hombres que creéis ser muy sabios, y cuya tonta vanidad es a cada instante derrotada, sabed, pues, que aún sois muy pequeños.

Allan Kardec
Extraído del libro "Libro de los médiums"



Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
Publicado por: Juan Carlos Mariani

Teoría de las manifestaciones



74. Las respuestas siguientes se nos dieron por el Espíritu de San Luis; después se han confirmado por muchos otros.

1. ¿El fluido universal es una emanación de la divinidad?

No.

2. ¿Es una creación de la divinidad?

Todo es creado excepto Dios.

3. ¿El fluido universal es al mismo tiempo el elemento universal?

Sí, es el principio elemental da todas las cosas.

4. ¿Tiene alguna relación con el fluido eléctrico del cual conocemos los efectos?

Es su elemento.

5. ¿Cuál es el estado en que el fluido universal se presenta a nosotros en su más grande simplicidad?

Para encontrarlo en su simplicidad absoluta sería preciso remontarse hasta los Espíritus puros; en vuestro mundo está siempre más o menos modificado para formar la materia compacta que os rodea; sin embargo podéis decir que el estado que se acerca más a esta simplicidad, es el del fluido que vosotros llamáis fluido magnético animal.

6. Se ha dicho que el fluido universal es la fuente de la vida; ¿es al mismo tiempo la fuente de la inteligencia?

No; este fluido sólo anima la materia.

7. Puesto que es este fluido el que compone el periespíritu, ¿tal parece que está en una especie de estado de condensación que le acerca, hasta cierto punto, a la materia propiamente dicha?

Hasta cierto punto, como vosotros lo decís, porque no tiene todas su propiedades; es más o menos condensado según los mundos.

8. ¿Cómo un Espíritu puede operar el movimiento de un cuerpo sólido?

Combina una parte de fluido universal con el fluido que despide el médium apropiado a este efecto.

9. ¿Los Espíritus levantan la mesa con ayuda de sus miembros solidificados de cierto modo?

Esta respuesta no conducirá todavía a lo que deseáis. Cuando una mesa se mueve bajo vuestras manos, el Espíritu evocado va a tomar en el fluido universal de qué animarla de una vida ficticia, La mesa preparada de este modo el Espíritu la atrae y la mueve bajo la influencia de propio fluido desprendido por su voluntad. Cuando la mesa que quiere poner en movimiento es demasiado pesada para el, llama en su ayuda a los Espíritus que se encuentran en las mismas condiciones que él. En razón de su naturaleza etérea, el Espíritu propiamente dicho no puede obrar sobre la materia grosera sin intermediario, esto es, sin el lazo que une a la materia; este lazo, que constituye lo que vosotros llamáis el periespíritu, os da la llave de todos los fenómenos espiritistas materiales. Creo haberme explicado bastante claro para hacerme comprender.

Observación. – Llamamos la atención sobre esta primera frase: “Esta respuesta no conducirá todavía a lo que deseáis”. El Espíritu había comprendido perfectamente que todas las preguntas precedentes solo se hacían para llegar a ésta; e hizo alusión a nuestro pensamiento que esperaba en efecto, otra respuesta, esa es la confirmación de nuestra idea sobre la manera con que el Espíritu hace mover las mesas. 

10. Los Espíritus que él llama en su ayuda, ¿le son inferiores? ¿Están bajo sus órdenes? 

Iguales casi siempre; muchas veces vienen por sí mismos.

11. ¿Todos los Espíritus son aptos para producir los fenómenos de este género?

Los Espíritus que producen esta clase de efectos son siempre Espíritus inferiores que no están aún enteramente desprendidos de toda influencia material.

12. Nosotros comprendemos que los Espíritus superiores no se ocupen de cosas inferiores a su esfera; pero preguntamos si en razón de estar más desmaterializados, tendrían la potencia de hacerlo, si lo quisieran hacer.

Tienen la fuerza moral, como los otros tienen la fuerza física; cuando tienen necesidad de esta fuerza, se sirven de los que la poseen. ¿No se os ha dicho que se sirven de Espíritus inferiores, como lo hacéis vosotros con los cargadores?

Observación. – Se ha dicho que la densidad del periespíritu si puede expresarse así, varía según el estado de los mundos, parece que varía también, del mismo modo según los individuos. En los Espíritus avanzados moralmente, es más sutil y se acerca al de los Espíritus elevados: en los Espíritus inferiores al contrario, se aproxima a la materia, y es la que hace que estos Espíritus de baja clase, conserven tan largo tiempo las ilusiones de la vida terrestre; piensan y obran como sí aún estuvieran vivos; tienen los mismos deseos, y casi se podría casi decir, la misma sensualidad. Esta grosería del periespíritu dándole más “afinidad” con la materia hace a los Espíritus inferiores más propios para las manifestaciones físicas. Por la misma razón un hombre de mundo acostumbrado a los trabajos de inteligencia, cuyo cuerpo es débil y delicado, no puede levantar un bulto pesado como un mozo de cordel. La materia en él es de cierto modo menos compacta, los órganos menos resistentes; tiene menos fluido nervioso. El periespíritu siendo al Espíritu lo que el cuerpo es al hombre, y su densidad estando en razón de la inferioridad de lo Espíritu, reemplaza en él la fuerza muscular, esto es, le da sobre los fluidos necesarios para las manifestaciones, una potencia mayor que la que podrían tener aquellos cuya naturaleza es más etérea. Si un Espíritu elevado quiere producir tales efectos, hace lo que hacen entre nosotros las gentes delicadas: lo manda a hacer por un “Espíritu del oficio”.

13. Si nosotros hemos comprendido bien lo que habéis dicho, el principio vital reside en el fluido universal; el Espíritu toma en ese fluido la envoltura semimaterial que constituye su periespíritu y por medio de este fluido obra sobre la materia inerte.

Sí; esto es, que él anima la materia de una especie de vida ficticia: la materia se anima de la vida animal. La mesa que se mueve bajo vuestras manos vive, como el animal; obedece por sí misma al ser inteligente. No es éste el que la empuja como el hombre hace con un fardo; cuando la mesa se levanta, no es que el Espíritu la levante a fuerza de brazos es la mesa animada que obedece a la impulsión dada por el Espíritu.

14. ¿Cuál es el papel del médium en este fenómeno?

Lo he dicho: el fluido propio del médium se combina con el fluido universal acumulado por el Espíritu; es menester la unión de estos dos fluidos, esto es, del fluido animalizado con el fluido universal, para dar vida a la mesa. Pero observad bien que esta vida es sólo momentánea; se extingue con la acción, y muchas veces antes del fin de la acción, tan pronto como la cantidad del fluido no es suficiente para animarla.

15. ¿El Espíritu puede obrar sin el concurso de un médium?

Puede obrar sin saberlo el médium; es decir, que muchas personas sirven de auxiliares a los Espíritus para ciertos fenómenos, sin pensar en ello. El Espíritu toma de ellas, como de una fuente, el fluido animalizado que necesita; así es que el concurso de un médium tal como lo entendéis, no es siempre necesario, lo que tiene lugar, sobre todo, en los fenómenos espontáneos.

16. La mesa animada, ¿obra con inteligencia?, ¿piensa?

Piensa tanto como el bastón con el cual hacéis un signo inteligente; pero la vitalidad de que está animada le permite obedecer a la impulsión de una inteligencia. Sabed, pues, bien, que la mesa que se mueve no viene a ser Espíritu, y que no tiene por sí misma ni pensamiento ni voluntad. Observación. – Muchas veces se sirve de una expresión análoga en el lenguaje usual se dice de una rueda que gira con velocidad que está animada de un movimiento rápido.

17. ¿Cuál es la causa preponderante en la producción de este fenómeno: el Espíritu o el fluido?

El Espíritu es la causa; el fluido es el instrumento; las dos cosas son necesarias.

18. ¿Qué papel hace la voluntad del médium en este caso?

Llamar a los Espíritus y secundarles en la impulsión dada al fluido.

– ¿La acción de la voluntad es siempre indispensable?

Ayuda a la potencia pero no es siempre necesaria, puesto que el movimiento puede tener lugar contra y a pesar de esta voluntad, y eso es una prueba de que hay una causa independiente del médium.

Observación. – El contacto da las manos no es siempre necesario para hacer mover un objeto. Las más de las veces lo es para dar el primer impulso, pero una vez que el objeto está animado, puede obedecer a la voluntad sin el contacto material; esto depende, ya de la potencia del médium, ya de la naturaleza de los Espíritus. El primer contacto ni siquiera es siempre indispensable; tenemos la prueba en los movimientos y mudanzas espontáneas que nadie piensa en provocar.

19. ¿Por qué todo el mundo no puede producir el mismo efecto, y por qué todos los médiums no tienen la misma potencia?

Esto depende del organismo y de la mayor o menor facilidad con la cual la combinación de los fluidos puede operarse, después, porque el Espíritu del médium simpatiza más o menos con los Espíritus extraños que encuentran en él la potencia fluídica necesaria. Sucede con esta potencia como con la de los magnetizadores, que es más o menos grande. Bajo este aspecto hay personas que son del todo refractarias; otras en las que la combinación no se opera por un esfuerzo de su voluntad; otras, en fin, entre las cuales tiene lugar tan natural y fácilmente que ni aun se lo conocen, y sirven de instrumento sin saberlo, como ya hemos dicho. (Véase más adelante el capítulo de las “Manifestaciones espontáneas”).

Observación. – El magnetismo es sin ninguna duda el principio de estos fenómenos, pero no tal como se entiende generalmente; la prueba es que hay magnetizadores muy poderosos, que no harían mover un velador, y personas que no pueden magnetizar, y también niños, a quienes basta colocar los dedos sobre una pesada mesa para hacerla mover; luego, sí la potencia mediúmnica no está en razón de la potencia magnética, es que hay otra causa.

20. Las personas llamadas eléctricas, ¿pueden ser consideradas como médiums?

Estas personas toman en sí mismas el fluido necesario para producir el fenómeno, y pueden obrar sin el socorro de Espíritus extraños. No son entonces médiums en el sentido que se da a esta palabra; pero puede ser también que un Espíritu les asista y aproveche sus disposiciones naturales.
Observación. – Será respecto de estas personas como de las de los sonámbulos que pueden obrar con o sin el concurso de un Espíritu extraño, (véase en el cap. de los médiums, artículo relativo a los médiums sonámbulos).

21. El Espíritu que obra sobre los cuerpos sólidos para moverlos, ¿está en la sustancia misma de los cuerpos, o bien fuera de esta sustancia?

Lo uno y lo otro; hemos dicho que la materia no es un obstáculo para los Espíritus; penetran por todo; una porción del periespíritu se identifica, por decirlo así, con el objeto que penetra.

22. ¿Cómo se arregla el Espíritu para golpear? ¿se sirve de un objeto material?

No, así como no se sirve de sus brazos para levantar la mesa. Bien sabéis que no tiene martillo a su disposición. Su martillo es el fluido combinado puesto en acción por su voluntad para mover o para golpear. Cuando mueve, la luz os trae la vista de sus movimientos; cuando golpea, el aire os trae el sonido.

23. Nosotros concebimos esto cuando golpea sobre un cuerpo duro; pero, ¿cómo puede hacer oír ruido o sonidos articulados en el espacio?

Puesto que obra la materia, puede obrar sobre el aire lo mismo que sobre la mesa. En cuanto a los sonidos articulados puede imitarlos como los demás ruidos.

24. Decís que el Espíritu no se sirve de sus manos para remover la mesa; sin embargo se ha visto en ciertas manifestaciones visuales aparecer manos cuyos dedos se paseaban sobre un teclado, agitaban las teclas y hacían oír sonidos. ¿No parecería que el movimiento de las teclas se producía por la presión de los dedos? ¿Esta presión no es también directa y real, cuando se hace sentir sobre nosotros mismos y cuando estas manos dejan señales sobre la piel?

Vosotros no podéis comprender la naturaleza de los Espíritus y su manera de obrar sino por comparaciones que sólo os dan una idea incompleta, y es un mal el querer asimilar siempre sus procedimientos a los vuestros. Sus procedimientos deben estar en relación con su organismo. ¿No os he dicho que el fluido del periespíritu penetra la materia y se identifica con ella, a la que anima con una vida ficticia? ¡Pues bien! Cuando el Espíritu pone los dedos sobre las teclas, los pone realmente y también las mueve; pero no es por la fuerza muscular que comprime la tecla; lo que hace es animarla lo mismo que anima la mesa, y la tecla, obedeciendo a su voluntad, se mueve y toca la cuerda. En esto sucede también una cosa que os será difícil comprender, y es que ciertos Espíritus están tan poco adelantados y de tal modo materializados comparativamente con los Espíritus elevados, que tienen todavía las ilusiones de la vida terrestre y creen obrar como cuando tenían su cuerpo; no se dan cuenta de la verdadera causa de los efectos que producen, lo mismo que un hombre del campo tampoco comprende la teoría de los sonidos que articula; preguntadles cómo tocan el piano: os dirán que golpean encima con sus dedos, porque creen golpear; el efecto se produce instintivamente en ellos sin que sepan cómo, pero es por su voluntad. Lo mismo sucede cuando se hacen oír por palabras.

Observación. – Resulta de estas explicaciones, que los Espíritus pueden producir todos los efectos que producimos nosotros mismos, pero por medios apropiados a su organismo; ciertas fuerzas que les son propias reemplazan los músculos que nos son necesarios para obrar; de la misma manera que el gesto reemplaza en el mudo, la palabra que le falta.

25. Entre los fenómenos que se citan como prueba de la acción de una potencia oculta, los hay que son evidentemente contrarios a todas las leyes conocidas de la Naturaleza; entonces ¿no parece que debe permitirse la duda?
Es que el hombre está lejos de conocer todas las leyes de la Naturaleza; si las conociese todas sería Espíritu superior. Todos los días, por tanto, da en desmentido a aquellos que, creyendo saberlo todo, pretenden poner límites a la Naturaleza, y por eso no son menos orgullosos. Descorriendo el velo sin cesar de los nuevos misterios, Dios advierte al hombre para que desconfíe de sus propias luces, porque vendrá un día en que “la ciencia del más sabio será confundida” ¿No tenéis todos los días ejemplos de cuerpos animados de un movimiento capaz de vencer la fuerza de gravitación? La bala lanzada en el aire ¿no vence momentáneamente esta fuerza? Pobres hombres que creéis ser muy sabios, y cuya tonta vanidad es a cada instante derrotada, sabed, pues, que aún sois muy pequeños.

Allan Kardec

Extraído del libro "Libro de los médiums"


Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
Publicado por: Juan Carlos Mariani

CREED


"Creed que aquellos a quienes llamáis muertos, están mas vivos que vosotros, porque ellos ven lo que no veis , oyen lo que no oís ,reconoced en aquellos que os vienen a hablar,a vuestros padres, a vuestros amigos y a todos los que amasteis en la Tierra y que creáis perdidos sin retorno"

Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
Publicado por: Viviana Gianitelli

PENSAR


El pensamiento es nuestra capacidad creativa en acción. En cualquier tiempo, es muy importante no olvidamos de eso. La idea forma la condición; la condición produce el efecto; el efecto crea el destino.

Su vida será siempre lo que usted esté pensando constantemente. En razón de eso, cualquier cambio real en sus caminos, vendrá únicamente del cambio de sus pensamientos.

Imagine su existencia como desea que deba ser y, trabajando en esa línea de ideas, observará que el tiempo le traerá las realizaciones esperadas.

Las leyes del destino le traerán de vuelta todo aquello que usted piense. En esta verdad, encontramos todo lo que se relacione con nosotros, tanto en lo que se refiere al bien como al mal.

Observe y verificará que usted mismo atrajo hacia su campo de influencia todo lo que usted posee y todo aquello que hace parte de su cotidiano.

Dios es Amor y no castiga criatura alguna. La misma criatura es que se culpa y se corrige, ante los falsos conceptos que alimente con relación a Dios.

En nuestro íntimo, la libertad de escoger es absoluta; después de la creación mental que nos pertenece, es que nos reconocemos sujetos a ella.

El Bien Eterno es la Ley Suprema; manténgase en el bien a todo y a todos y la vida se le convertirá en fuente de bendiciones. A través de los principios mentales que nos rigen, de todo aquello que damos de nosotros a los demás recibimos de los demás el céntuplo.

RESPUESTAS DE LA VIDA
Por el espíritu de: Andre Luiz

Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.
Publicado por: Juan Carlos Mariani

viernes, 10 de agosto de 2012

ALTERACIONES AFECTIVAS


“Pregunta: ¿Ejercen alguna influencia los Espíritus de los padres sobre el hijo después del nacimiento de este?

“Respuesta – Al contrario: ofrecen una gran influencia. Conforme dijimos, los Espíritus han de contribuir para el progreso unos de los otros. Pues bien, los Espíritus de los padres tienen por misión desenvolver los de sus hijos por la educación. Esa constituye su tarea. Se tornan culpables, si fallan en su desempeño.” – Ítem 208, de “El Libro de los Espíritus”.

Es muy común que se alteren las condiciones afectivas, después que el novio en el casamiento se aparta del muelle de los sueños para el largo el mar de la experiencia.

Se convierte, entonces, la esperanza en trabajo y se desnudan problemas que la ilusión envolvía.

En muchos casos, la altura de la afección permanece intacta; entretanto, en la mayoría de las posiciones, se enfría el calor que calienta a la pareja en los primeros días de la comunión conyugal.

Urge, sin embargo, salvar la embarcación amenazada de zozobro, sea por el choque contra los rocas ocultas por las dificultades morales o por el naufragio de las aguas muertas del desencanto.

El compañero y la compañera, en los compromisos del hogar, precisan reaprender en la escuela del amor, reconociendo que, por encima de la conjunción corpórea, es fácil concretizarse, es imprescindible que la pareja se case en espíritu – siempre más en espíritu -, día a día. No se inquieta la pareja, frente a las modificaciones ocurridas, una vez que toda afinidad correcta en las emociones del plano físico, evoluciona fatalmente para la ligación ideal, a imprimirse en la ternura confiada de la amistad sin lindes.

Apagado el fuego de la pasión en la retorta de la organización doméstica, permanece de la combustión el fuego vivo del amor puro, que se valoriza, cada vez más, de alma a alma, habilitando a la pareja para más altos destinos de la Vida Superior. Eso acontece, porque los hijos que surgen son igualmente piezas del matrimonio, compeliendo el hogar a recrearse, de manera incesante, en materia de instituto en dirección al trabajo de asistencia reciproca.

El cariño repartido, al principio, por los dos, pasa a ser dividido por mayor número de participantes en el núcleo familiar, y esos mismos condominios del establecimiento casero, en muchas circunstancias, están asociados por la dulce hipnosis del enamoro y del noviazgo, lo que mantenían en los padres jóvenes, aun solteros, la llama de la atracción entusiasmada hasta la consumación de enlace afectivo.

Casi siempre, Espíritus vinculados a la pareja, ahora más fuertemente al padre, ora más especialmente al campo materno, se interesaban en la Vida Mayor por la constitución de la familia, cara a las propias necesidades de mejoramiento y rescate, progreso y autocorrigiendo. En vista de eso, cooperaran, en acción decisiva, en la aproximación de los futuros padres, aportando en casa, por los procesos de la gravidez y del parto, reclamando naturalmente la cuota de cariño y atención que les es debida.

En toda comunión más profunda del hombre y de la mujer en la formación del grupo doméstico, seguida por hijos compartiendo la existencia, hay que contar con la sublimación espontanea del impulso sexual, cabiendo al compañero y a la compañera que lo coloquen en función de adherirlos a los propósitos de la vida, que todo renueva para engrandecer y perfeccionar.

Aunque bastas veces seamos recalcitrantes en la sustentación del amor egoísta, desvariado por exigencias de toda especie, poco a poco acabamos por entender que apenas el amor que sabiamente se divide, en bendiciones de paz y de alegría para con los otros, es capaz de multiplicar la verdadera felicidad. (Emmanuel)

Vida y Sexo – Chico Xavier.


Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.

Psicografía: ESPIRITISMO Y EVANGELIO


Mensaje del Dr. Bezerra de Menezes a los miembros del Consejo Federativo Nacional en la clausura de la Reunión Ordinaria de 1998.

Hijos míos: ¡Que Jesús os bendiga!

Periódicamente la Tierra experimenta graves convulsiones, desde aquellas de naturaleza sísmica hasta aquellas otras de naturaleza moral.

La sociedad contemporánea se encuentra en grave crisis en la cual los valores humanos están siendo probados.

La ética moral avanza enloquecida en los brazos de la violencia y de la agresividad, de la conturbación y de los graves conflictos sexuales.Hace menos de cincuenta años, la crisis de la post guerra eligió a los dioses de la incredulidad a través del desequilibrio de los pensadores que proclamaron cuán innecesarias eran para la vida las prácticas de los valores espirituales.

Posteriormente, surge una nueva revolución contra el Espíritu Inmortal en la década de los años sesenta; y todavía hoy, los instrumentos del desequilibrio fomentan la guerras que se extienden de la intimidad de los corazones hacia las Naciones en pugnas constantes, amenazando la Paz del Planeta.

No es de extrañar la presencia de ese espectro truhanesco que amenaza a la civilización, elevada a su culminación por la Ciencia y la Tecnología.

Sucede que las conquistas de la inteligencia, cuando se apartan de Dios, se pervierten.

No podemos negar los valores adquiridos en los últimos siglos, en lo que respecta a los derechos humanos, la libertad de pensamiento, a la fraternidad, a la igualdad de los ciudadanos. Pero somos llamados a reconocer que el desarrollo espiritual no acompañó la gran jornada de las conquistas materiales.

El bienestar físico, la necesidad aparente y el ansia de poder se sobreponen a los dispositivos del ser profundo y el hombre y la mujer modernos distraídos en el goce de las conquistas de una vida fácil, tienen los ojos cerrados y los oídos sordos al dolor, a los lamentos y al hambre que se encuentran a su alrededor.

Corresponde al Espiritismo la extraordinaria misión de rehumanizar a la sociedad moderna; traer de regreso a Jesús, para que los hombres comprendan, definitivamente, el sentido del amor y sus consecuencias naturales; la fraternidad, el respecto a todos los seres sensibles.

Pero, nos encontramos en la noche de la gran transición, que cederá su lugar al amanecer de una nueva Era y vosotros, espíritas, desde hoy, estáis invitados al trabajo de edificación de los días venideros, por vuestra transformació n moral, por el empeño de cooperar con el Psiquismo Divino, que os llega por la inspiración o a través de las estrellas que descienden del cielo cayendo sobre la Tierra en la personificació n de los Espíritus que constituyen el grupo de la Verdad. Es una tarea ingente y sacrificada, pero en vuestra condición de cristianos, no podéis olvidar que la doctrina del Maestro crucificado alcanzó su momento glorioso en los días inolvidables del martirio. Las diez persecuciones iniciadas por el Emperador Nerón, en el año 54, y que se extendieron hasta el siglo III, señalan los momentos sublimes del testimonio, testimonio que siempre caracterizó a todos los seres del ideal cristiano.

Hijos míos, Espiritismo sin Jesús no va más allá de simple comunicación con las almas de los llamados difuntos. Espiritismo sin Evangelio no deja de ser la manifestación del viejo fenómeno metapsíquico o de las modernas conquistas de la parapsicologí a y de las demás doctrinas que la sucedieron.

El Evangelio es directriz de seguridad, aunque, muchas veces se diga que el Evangelio ha sido motivo de luchas aguerridas, evocando las horas tristes de las Cruzadas, del Santo Oficio y de la Inquisición. Sin embargo, conviene recordar que no se trata de la palabra de Jesús, sino de la enfermiza adaptación de los Espíritus infelices que la esgrimieron a beneficio de la dominación terrestre, a favor de sus imposiciones políticas y con objetivos de lograr el mayor goce personal en el Planeta.

El Maestro desdeñó el poder temporal y aceptó la cruz. Estuvo por encima de las coyunturas transitorias y se aferró al deber que lo trajo a la Tierra en nombre del Padre Celestial.

Es indispensable que los Espíritas –tanto encarnados como desencarnados– estemos convencidos, que ese Modelo Incomparable que nos sirve de Guía debe formar parte de nuestras aspiraciones, de nuestro ideal, de nuestra cotidianidad, y por amor a su amor, nos corresponde pagar el precio áspero de la incomprensión, soportar las tenazas de la calumnia, de la desmoralizació n, de las acusaciones indebidas, silenciando, porque, esa fue la conducta que Él se impuso y recomendó a sus discípulos, proponiéndonos que, a pesar de todo, nos amásemos unos a los otros.

Por su parte, el emérito Codificador, en su tiempo, experimentó en las carnes del alma las incomprensiones, fuera y dentro de las formaciones del Movimiento Espírita. Pero, tuvo el coraje de no desanimarse; tuvo elvalor moral de no arremeter contra nadie; supo exponer la Doctrina con elevación, y la vivió como verdadero cristiano, santamente, dándonos el legado incorruptible que debemos preservar, para pasar a la posteridad.

Consideremos, de una vez por todas, que el título que nos debe honrar – el de espírita– debe ser preservado con sacrificio, amando, amando siempre y conquistando los corazones a través de nuestras renuncias, con relación al egoísmo, al personalismo vacío y a las ambiciones transitorias de la fama.

En esta hora grave que todos vivís, es urgente practicar el Evangelio para lograr la más luminosa interpretació n de la Doctrina Espírita.

¡Porfiad, luchadores del Bien, cuyas armas son el amor, el perdón, la renuncia y la irrestricta confianza en Dios!

La hora más grave de la sombra, la media noche, que significa el apogeo de la obscuridad, pronto abre espacio al primer minuto del amanecer.

Preparaos para la madrugada y avanzad con el Astro Rey en dirección a la plenitud.

¡Mucha paz, hijos míos! ¡Que el Señor nos bendiga y nos guarde, hoy y siempre!

Son los votos del humildísimo y paternal servidor de siempre.

BEZERRA


(Mensaje psicofónico recibido por el médium Divaldo Pereira Franco en la Reunión Ordinaria del Consejo Federativo Nacional, el día 8/ 11/1998, en la Federación Espírita Brasileña, en Brasilia, DF, Brasil y publicado en REFORMADOR, n° 2.038, pp. 20 y 21)

En esta hora grave que todos vivís, es urgente practicar el Evangelio para lograr la más luminosa interpretació n de la Doctrina Espírita.

¡Porfiad, luchadores del Bien, cuyas armas son el amor, el perdón, la renuncia y la irrestricta confianza en Dios!
La hora más grave de la sombra, la media noche, que significa el apogeo de la obscuridad, pronto abre espacio al primer minuto del amanecer.
Preparaos para la madrugada y avanzad con el Astro Rey en dirección a la plenitud.
¡Mucha paz, hijos míos! ¡Que el Señor nos bendiga y nos guarde, hoy y siempre!
Son los votos del humildísimo y paternal servidor de siempre.

BEZERRA

(Mensaje psicofónico recibido por el médium Divaldo Pereira Franco en la Reunión Ordinaria del Consejo Federativo Nacional, el día 8/ 11/1998, en la Federación Espírita Brasileña, en Brasilia, DF, Brasil y publicado en REFORMADOR, n° 2.038, pp. 20 y 21)
<- En la imágen el espíritu Bezerra de Menezes



Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.

DESDOBLAMIENTO


En el sueño artificial

Organizando algunas anotaciones con respecto al desdoblamiento de la personalidad, consonante con nuestras referencias al hipnotismo común, recordemos el fenómeno de la hipnosis profunda verificado entre el magnetizador y el sensitivo.

Quien pueda observar más allá del campo físico reparará que, en la medida que se afirme la orden del hipnotizador, se desprende abundantemente del tórax del sujeto, en estado de trance, un vapor blanquecino que se va condensando inesperadamente como una nube y se convierte, habitualmente, a la izquierda del cuerpo carnal, en un duplicado de él mismo, casi siempre en proporciones ligeramente dilatadas.

Conforme al potencial elevado de la voluntad que lo dirige, el sensitivo, desligado de su vestidura carnal, comienza a moverse y, ausentándose muchas veces del recinto de la experiencia, respondiendo a determinaciones recibidas, puede efectuar registros a larga distancia o trasmitir informaciones con miras a ciertos fines.

Prosiguiendo con la excursión, lo podremos ver, sin embargo, ligado al cuerpo somático por un hilo tenuísimo, hilo este muy, superficialmente comparable, en cierto modo, a la onda del radar, que puede vencer inmensas distancias volviendo, inalterablemente, al centro emisor, no obstante saber que semejante comparación resulta del todo impropia en el caso que estudiamos, en el campo de la inteligencia.

En esa fase, el paciente ejecuta las órdenes que recibió, desde que no constituyan una irrespetuosidad hacia su dignidad moral, trayendo informes valiosos referentes a las realidades del mundo del Espíritu.

Resaltemos, sin embargo, que mientras el cuerpo somático se aquieta, inmóvil y tranquilo, la individualidad real, aunque teleguiada, evidencia una plena integridad de pensamiento transmitiendo, desde muy lejos, informaciones y registros a través de sus órganos vocales, en circunstancias comparables a los implementos de los altoparlantes de un aparato radiofónico.

Similarmente al flujo energético de la circulación sanguínea, incesante en el cuerpo denso, la onda mental se muestra permanentemente activa en el Espíritu.

Se debilitan las impresiones nerviosas y duerme el cerebro de la materia, pero el corazón permanece activo en el envoltorio somático, mientras que el pensamiento vibra constantemente en el cerebro periespirítico.

En el sueño natural

En la mayoría de las situaciones el ser humano, aún extremadamente cercano a la animalidad primigenia, tiene su mente como inclinada hacia sí misma en todo momento de descanso, tomando al sueño por claustro que le brinda quietud y sensaciones agradables, cual niño que, en estado de libertad, procura simplemente cumplir sus caprichos.

En tal ocasión, configura en su onda mental característica las imágenes que le agradan, extrayendo de su memoria la visualización de sus propios deseos, similarmente a alguien que anticipase acontecimientos que aspira a concretizar.

Propenso al narcisismo, una vez que demandó el sueño, casi siempre se mantiene yuxtapuesto al cuerpo físico, como acontece al conductor que reposa al pie del vehículo que conduce, acción no más allá de su vestidura biológica, hasta el límite del lugar con que se vincula su pensamiento.

El hombre de campo, durante el reposo físico, supera los fenómenos hipnagógicos y vuelve a la gleba que trabajó, contemplando, en espíritu, la siembra realizada con todo su cariño; el artista vuelve a la obra a que se consagra, mentalizando su perfeccionamiento; el espíritu maternal se recoge al pie de la cuna en que los hijitos, que la vida le confió, descansan, y el criminal retorna al lugar que lo encarcela. con el dolor de su arrepentimiento.

Atravesada la faja de las llamadas imágenes ectópicas (fuera del sitio normal), exteriorizan de sí mismos los cuadros mentales pertinentes a la actividad en que se concentran, con los que atraen la atención de las Inteligencias desencarnadas que con ellos guardan afinidad, recogiendo sugestiones para el trabajo al que se dedican, aunque a la distancia de la vestidura somática, con frecuencia procedan conforme a los niños conducidos al ambiente de las personas adultas, conservándose entre las ideas superiores que reciben y las ideas infantiles que les son propias, de lo que resulta, la mayoría de las veces, el resultado caótico de las reminiscencias que conservan al retornar a la vigilia.

En ese aprendizaje evolutivo permanecen millones de personas —representando la faja de evolución media de la humanidad— rindiéndose, cada día, a la práctica impositiva del sueño, o hipnosis natural para la reparación de fuerzas, desdoblándose, fuera del cuerpo carnal, mecánicamente, en que entran en sintonía con Entidades que se manifiestan afines con ellos, tanto en la construcción positiva del bien como en la acción deletérea del mal, conformándoseles el camino de la experiencia que les es necesario para su sublimación en el porvenir.

Concentración y desdoblamiento

Cuantos se entregan al cultivo del arte atraen, durante el sueño, las inspiraciones para la obra que realizan, entendiéndose que los Espíritus ennoblecidos asimilan, mediante el contacto con las Inteligencias superiores, los motivos brillantes y elevados que palpitan en sus creaciones, al paso que las mentes sarcásticas y criminales, por el mismo proceso, se apropian de los temas des­dichados que los seducen, despertando la ironía y la irresponsa­bilidad en aquellos que son afines con sus pensamientos por el trabajo al que se dedican.

Desdoblándose mediante el sueño vulgar, el ser humano sigue el rumbo de su propia concentración procurando, automática-mente exteriorizado de su cuerpo carnal, los objetivos ligados a sus intereses ocultos o manifiestos.

De este modo, mencionando solo un ejemplo de los contactos a que aludimos, un determinado escritor expondrá ideas origina­les y edificantes en lo relacionado a servir al bien, induciendo a los lectores a la elevación del nivel moral, mientras que otro ex­hibirá elementos envilecedores, propagando el escarnio y el lodo sutil con que corrompe los sentimientos de cuantos tienen con­tacto con su labor literaria.

Inspiración y desdoblamiento

Durmiendo el cuerpo material, continúa vigilante la onda men­tal de cada uno —presidiendo al sueño activo—, mientras regis­tra en el cerebro durmiente las impresiones del Espíritu desliga­do de las células físicas, y al sueño pasivo mientras la mente, en tal estado, se desinteresa de todo lo relacionado con la esfera carnal.

En tal situación, entra en sintonía con las oscilaciones de com­pañeros desencarnados o no, con los cuales armonice, trayendo para la vigilia en el instrumento de la materia carnal, en forma de inspiración, los resultados del intercambio que llevó a efecto, por cuanto muy raramente logra concienciarse de las actividades que emprendió durante el sueño.

Muchos llamados del plano terrestre son atendidos, totalmen­te o en parte, en el transcurso de ese lapso.

Formulado tal o cual pedido al compañero desencarnado, ha­bitualmente surge la respuesta cuando el solicitante se halla des-do del envoltorio carnal. Sin embargo, como no siempre el abro físico está en condiciones de fijar el encuentro realizado o la información recibida, los remanentes de la acción espiritual e encarnados y desencarnados permanecen, en aquellos Espíritus que aún se hallen descansando en la Tierra, similarmente a cuadros simbólicos o reminiscencias fragmentarias, cuando no lo bajo la forma de una súbita intuición expresándose, en cierta manera, el socorro parcial o total que están en condiciones de recibir.

Desdoblamiento y mediumnidad

Los acontecimientos referidos se cumplen mediante la conjuga­ción de ondas mentales, dado que muy excepcionalmente lo­a el ser humano encarnado liberarse de todas las amarras natu­rales que lo sujetan, apegado como está a los intereses y nece­sidades propios para su redención o evolución que tiene a conquistar.

Es imperioso notar, sin embargo, que un considerable número personas, especialmente las que se adiestran para tal fin, efectúan incursiones en los sectores del Mundo Espiritual transformándose, muchas veces, en preciosos instrumentos de los Bene­factores de la Espiritualidad como agentes de ligación entre la esfera física y la esfera extrafísica.

Entre los médiums de esa categoría, encontraremos a todos aquellos grandes místicos de la fe, portadores de valiosas observaciones y revelaciones para cuantos se decidan a marchar al encuentro de la Verdad y del Bien.

Cumple destacar, con todo, la importancia del estudio para todos los que se sientan llamados a semejante género de servi­do, dado que, según la ley del Campo Mental, cada Espíritu sólo logrará llegar, desde el punto de vista de su propia prensión, hasta donde alcance su discernimiento.



Mecanismo de la Mediumnidad

Francisco Candido Xavier y Waldo Viera


Fuente de la publicación: Grupo Asociación Espírita Francisco Javier, Facebook.